El 5 de febrero del 2019, se celebró el “Día del internet seguro” un evento promovido por la organización INSAFE/ INHOPE y apoyado por la comisión Europea, para fomentar el uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, donde los niños, jóvenes y adultos, aprendan sobre el uso seguro y adecuado con responsabilidad del manejo de la web.
Hemos informado de algunos factores que influyen en el suicidio, hoy hablaremos del Bullying y el Ciberbullying y porque pueden ser desencadenantes de la conducta suicida.
El bullying, es reconocido especialmente en el ámbito escolar afectando niños y adolescentes, también puede suceder en ámbitos diferentes a los colegios, como en universidades, campo laboral o en la vida familiar y social.
Cuando se habla de Bullying se refiere a intimidación, se presenta una “relación de violencia” entre dos o más personas, donde la víctima sufre constantemente humillaciones, amenazas por parte de su agresor, el cual se siente con más poder y seguridad, la víctima no es capaz de defenderse por qué se siente físicamente y emocionalmente más débil.
El Ciberbullying o acoso virtual, se origina por el mal uso de redes sociales, debemos reconocer que son utilizados por nuestros niños, adolescentes y jóvenes que la mayoría de los casos lo hacen sin la supervisión y seguimiento de adultos. En el caso de los adultos, es la dificultad de manejar las redes de manera segura y entendiendo que es personal y hace parte de su intimidad, por lo que se debe restringir el acceso a información personal e íntima en las redes sociales como Facebook, YouTube, Twitter, Instagram y demás aplicaciones que pueden ser vías de acceso a acosadores.
El perfil del acosador es de una persona fría, con poco o sin ningún respeto por los demás, se siente en una posición de poder y desde el anonimato intenta dañar la reputación de la víctima con falsas acusaciones, publicaciones inadecuadas, trasladan al internet todos sus insultos y amenazas. Es un tipo de acoso psicológico, que se puede dar en cualquier lugar, momento, hora, no necesita una aproximación física, está presente las 24 horas del día, “Lo cual lo hace tan o más dañino que el acoso físico. “Y las secuelas pueden durar mucho tiempo, incluso después de que ha parado el acoso, muchos afectados sienten que muere una parte de ellos y otro desearían estar muertos.
Hay diferentes formas de Ciberbullying, como el GROOMING (que es un engaño por el adulto, para ganarse la confianza con el menor (pederasta), y la SEXTORSIÓN (que es un chantaje sexual con fotos y videos).
¿Qué debemos hacer?, la respuesta comienza con el reconocimiento de los signos y manifestaciones de la persona que los sufre de parte de profesores, orientadores, familias, amigos y que el sistema de salud, las instituciones y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que hacen parte de las rutas de atención logren que los casos sean remitidos y atendidos de la manera adecuada y de manera eficaz y eficiente.
Prevenir significa la responsabilidad de saber que: Antes de poner tus datos en una red, cerciórate de que solo tus amigos vean lo que has puesto, no pongas tú dirección, tus teléfonos, coloca solo en internet la información que tú quieres que la gente vea.
Busca ayuda, no estás solo. Familia, profesores, orientadores con el apoyo de entidades y organizaciones sociales pueden ayudar con estrategias permanentes de promoción, prevención y atención. Sin embargo, la continuidad de estas, es fundamental para que la población afectada tenga acceso permanente a las rutas de atención adecuadas y reconozcan que no están solos.
Para los padres, si su hijo tiene un comportamiento anormal como por ejemplo el aislamiento social, es importante acompañarlo para que poco a poco vaya recuperando su confianza, lo más importante que siempre pueden contar con ustedes.
En la escuela o universidad, deben existir políticas escolares que incluyan estrategias para que los profesores puedan estar atentos y alerta, ante el primer síntoma de Ciberbullying en sus alumnos, ya que con esto podrían prevenir muchos intentos de suicidio o lo que es peor un suicidio consumado.
Lina María Báez Nieto
Neuro psicopedagoga – Mg Educación Infantil
Asesora Fundación Construyéndonos
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